Lo dejó pasar: Universidad de Chile no lo quiso y busca regresar a otro club donde también es ídolo

La Universidad de Chile no ha quedado totalmente disconforme, pese a que inició el año con una derrota por 2 a 1 frente a Colo Colo en el Estadio Ciudad de La Plata, en el marco del torneo de verano. Esto se debe a la imagen que dejó el equipo, ya que desde la llegada de Santiago Escobar a la dirección técnica se encuentra en plena reconstrucción.

Los Azules no quieren volver a repetir lo realizado la temporada pasada, al haber estado al borde del descenso de no ser por agónico tanto de Junior Fernández. Para esto, Luis Roggiero ha estado consensuando con el técnico a la hora de encontrar refuerzos. De estos últimos incluso rechazaron a un ídolo de Universidad de Chile, que ahora buscará retornar a otro club donde es muy querido.

Marcelo Díaz se ofreció para regresar al Romántico Viajero, pero el gerente deportivo optó por rechazarlo e hizo alusión a que buscan jugadores con características distintas. El histórico volante central no esperaba para nada esta reacción de la institución de sus amores, así que prioriza hacer fuerza para fichar por otro club.

La negativa de Universidad de Chile lo obligó a buscar sitio en Racing Club de Avellaneda, donde ha mostrado enormes rendimientos cuando fue dirigido por Sebastián Beccacece y Eduardo Couted. Y los fanáticos del club argentino lo recuerdan con mucho cariño, por lo que no habrá problemas para sellar el retorno.

De esta manera, los Azules no podrán disfrutar de contar entre sus filas a uno de los históricos que ha ganado la Copa Sudamericana 2011 y que es parte de la generación dorada de la Selección de Chile por haber sido bicampeón de la Copa América en 2015 y 2016. La Academia, ajena a esto, aprovechará para recuperar a uno de los preferidos de su hinchada.

¿Por qué es tan querido Díaz en Argentina?

El Chelo está más que nunca presente en la memoria de los fanáticos de Racing. Fue el encargado de anotar un golazo en el clásico en el cual superaron a Independiente en el Cilindro de Avellaneda, mientras estaban con nueve jugadores en cancha. Ese histórico gol es aún recordado por los hinchas.

Instantes previos al tanto conseguido, se fue al banco de suplentes a comer una banana. La acción, que pasaría desapercibida en cualquier ámbito, fue utilizada como cargada de los de la Academía para los del Rojo, aunque Díaz también se unió a los festejos y se tomó con alegría el suceso.