"Fue un tiempo muy difícil": un ex jugador reveló el mal momento que pasó en Universidad de Chile

En los últimos años, a través del proyecto “Sangre Chilena”, el fútbol nacional ha tratado de acaparar estrellas de otros países, con orígenes chilenos, con el fin de potenciar el deporte en la región y sumar nuevos talentos a la selección. Universidad de Chile fue un exponente de ello, aunque una de las apuestas realizadas no ha sido del todo fructífera. 

Romántico Viajero intentó, sin demasiado éxito, poner sus fichas en el jugador sueco-chileno, Anton Guerrero, quién finalmente terminó volviendo a Suecia. Años después del fallido intento, el futbolista brindó una entrevista para el Diario AS y contó que nunca se adaptó a Universidad de Chile, donde cree que no fue bien recibido ni atendido por la institución.

“Fue un tiempo muy difícil y también nunca me sentí bienvenido. Había pocas personas que sí me hacían sentir bien, me acuerdo de Paqui (Francisco Menighini). Él fue el que me llevó a la U, cuando nos fuimos a probar se acercó y me dijo “te queremos acá”. Fue una persona súper buena, siempre me daba consejos. Como te dije, eran pocos los que te hacían sentir bienvenido. Fue muy difícil en realidad”, explicó el joven.

Además, aclaró que la dirigencia del León no se preocupó mucho por solucionar un trámite administrativo que lo tuvo más de un año sin jugar. “El pase nunca llegó hasta que cumplí los 18 años. En la U nos decían que no se iba a demorar mucho, que como tenía pasaporte chileno la FIFA no iba a hacer ningún problema, pero no fue así. Cuando llegó el pase, me podían inscribir, pero sentía que la cuestión ya no iba, yo creo que las cosas se hicieron mal desde un principio”, afirmó.

Su vida actual en Suecia

Luego de rescindir el contrato con Universidad de Chile, Guerrero volvió a su país natal y decidió dejar el fútbol de manera profesional, aunque sigue ligado de forma amateur: “Actualmente, juego a la pelota en un club en tercera, en el barrio donde vivo, con mis amigos. Tengo un trabajo en una empresa que reparte paquetes y llevo una vida como una persona normal acá en Suecia”.

Por último, diferenció el amateurismo sudamericano con el de Suecia, donde considera que se toman más en serio el deporte: “Es un equipo amateur, pero acá las cosas se hacen más profesionales. Entrenamos cuatro veces a la semana y después jugamos el partido el fin de semana. Estamos peleando para subir a la categoría superior. Acá en la división que estés se entrena, mínimo, dos veces por semana”.