No los supera: la desventaja que tendrá la Selección de Ecuador en su grupo mundialista

La Selección de Ecuador resultó la gran sorpresa de las Eliminatorias Sudamericanas pasadas. Cuando se había contratado a Gustavo Alfaro con el fin de ir sembrando bases en un proyecto que rinda con el tiempo, la feliz realidad lo chocó de frente y se metió como uno de los clasificados a Qatar 2022 ocupando el cuarto puesto de Conmebol.

De esta manera, La Tri jugará su cuarta cita ecuménica en Asia desde 2002 cuando lo hizo por primera vez. Su objetivo será emular el logro de Alemania cuatro años después cuando llegó a octavos por única vez. Para eso deberá superar una muy exigente zona que comparte con el local, Países Bajos y Senegal, tres rivales que corren con una ligera ventaja en las comparaciones. No tiene que ver con el aspecto futbolístico directamente, sino con el tiempo de sus proyectos. La Selección de Ecuador es la que menos cantidad de partidos lleva bajo el mando de su entrenador.

La primera vez que Lechuga estuvo a cargo del elenco nacional fue la apertura de las clasificatorias que se jugaron en octubre de 2020. Aquella caída contra Argentina significó el comienzo de una etapa que ya lleva 31 cotejos entre Eliminatorias, Copa América y amistosos, bastante menos que los 83 de Félix Sánchez en Qatar, los 56 de Louis van Gaal (en este tercer ciclo) y ni hablar de los 96 que llevan los africanos con Papi Aliou Cissé.

Otra de las diferencias que se pueden marcar es que tanto el DT de los organizadores, como también el de Los Leones ya tienen títulos al mando. Los primeros conquistaron la copa de su continente en 2019 que le permitió tomar confianza para debutar en una Copa del Mundo, mientras que, Senegal también gritó campeón en su conferencia el año pasado.

Llegará con un título bajo el brazo

Una buena noticia recibió este domingo la Selección de Ecuador a partir de uno de sus jugadores que más expectativa genera para el Mundial. Romario Ibarra se consagró con Pachuca en la Liga MX tras vencer a Toluca por 3 a 1 en el partido de vuelta de una final que terminó con un acumulado categórico de 8 a 2.

El extremo, que salió de titular en ambas definiciones, fue una de las principales armas de un poderío ofensivo impresionante que se mantuvo durante toda la competencia. De la mano del técnico Guillermo Almada, encontró la confianza que se necesitaba para brillar de la mejor manera y ser una de las esperanzas de los fanáticos de su país de cara al Mundial.