Influirá en su decisión: el día que la Selección Chilena desestimó a Marcelo Bielsa

Hasta que Marcelo Bielsa no se exprese con respecto a lo que será su futuro, posiblemente su nombre continúe circulando como uno de los más pretendidos en el mercado de pases. Su inobjetable jerarquía seduce a más de un directivo para que tomes las riendas de su proyecto, por eso es que no sorprende que se lo vincule tanto para combinados nacionales como para clubes. Aunque, vale decirlo, ninguno ofreció una propuesta formal.

Tampoco resulta extraño que la Asociación Nacional de Fútbol Profesional Chileno sea uno de los estamentos interesados El Loco. El recuerdo que dejó cuando estuvo al mando de dicho elenco nacional fue tan importante que, para muchos, es el momento de su segundo ciclo. Sin embargo, hace un tiempo se conoció una historia ocurrida años atrás sobre un desencuentro que hubo entre ambas partes que puede provocar una respuesta negativa del lado de Marcelo Bielsa en caso de que el interés se cristalice.

En 2016, el argentino se mostró dispuesto a desembarcar nuevamente tras la salida de Jorge Sampaoli y la directiva de ese momento se negó para inclinarse por Juan Antonio Pizzi. Con el diario del lunes y teniendo en cuenta como resultó esa apuesta, se puede asegurar que el camino tomado fue el equivocado. De hecho, no parecía haber contexto mejor que ese para que se vuelva a poner el buzo ya que significaba seguir con una ideología que él mismo había gestado y que se había consagrado de la mano de uno de sus discípulos.

Lo concreto es que aquel resquemor floreció nuevamente cuando tras la salida del colega que se quedó con el puesto esa temporada, volvieron a contactarse con él y fue ahora el oriundo de Rosario quien declinó la opción. Estos antecedentes son los que no permitirían ser del todo optimista de cara a una aceptación para ponerse de nuevo al frente del proyecto.

Su primer paso

Solo hace falta echar un vistazo a las estadísticas que Marcelo Bielsa cosechó en su primer ciclo en la Selección Chilena para entender porque las ganas de recuperar su mandato. Llegó en 2007 para dejar atrás unas épocas de penurias que se reflejaron en dos etapas mundialistas sin clasificar y lo cumplió con creces.

Rápidamente su esencia fue asumida por todos los jugadores que convencidos se encolumnaron detrás de él. El resultado no solo se notó con la obtención cómoda de su pasaje para disputar la cita ecuménica de Sudáfrica, sino también en sembrar las semillas de un conjunto que, años después llevarán a su país a lo más alto.