No puede fallar más: por qué el partido contra Curicó Unido es clave para Universidad de Chile

Da la sensación de que no solo la paciencia de los hinchas de Universidad de Chile se está terminando, también el tiempo concreto de cierta tranquilidad en cuanto a pelear el descenso se trata. Si bien ese sentimiento es imposible que se haga presente por la cercanía que hay con esa zona, es diferente estar afuera que adentro.

Eso es lo que quieren evitar Los Azules a partir de ahora, mucho menos correr el riesgo de culminar el clásico de la próxima fecha contra Católica ubicado ahí. En esa misión se encaminaron los dirigidos por Diego López, pero ya tuvieron el primer mazazo externo. Coquimbo Unido se impuso de local a Cobresal por 3 a 1 y abandonó el sótano de las posiciones. A pesar de que continúa en rojo, asomó la cabeza a la orilla y les metió presión a sus perseguidos, entre ellos, Universidad de Chile, que esta tarde juega una final ante Curicó.

Cuando la pelota empiece a rodar a las 4:45 hora local (una más en Argentina, una menos en CDMX), El Bulla estará a solo tres puntos de ese penúltimo puesto que desemboca en la segunda categoría. De no obtener los tres puntos, posiblemente no caiga allí de forma inmediata, pero quedaría a merced de esa chance ante un nuevo tropiezo contra Los Cruzados, escenario que agravaría la situación.

En estos momentos, El Romántico Viajero acumula apenas 22 puntos en 21 partidos disputados, hace 5 que no gana y todavía quedan las heridas del nuevo fracaso sufrido en manos de Colo Colo semanas atrás. Para colmo, el rendimiento colectivo e individual va en declive, lo que expone al técnico a encontrar unas soluciones que aún no aparecieron y lo dejaron en el ojo de la tormenta.

Repite confianza

Tras el último empate contra Unión Española, López manifestó que notó una mejora respecto a los cotejos anteriores e instó a seguir por el mismo camino, pues está convencido de que ese será el que llevará a Universidad de Chile a reencontrar el rumbo. Fiel a dicha convicción, el técnico confiaría en el mismo 11 que salió 1 a 1.

El esquema se planteará de la misma forma con cuatro en la última línea, dos volantes de contención, tres por adelante y un solo punta buscando el equilibrio. Para pasar en limpio, sería: Cristóbal Campos; Yonathan Andía, Álvaro Brun, Ignacio Tapia, Marcelo Morales; Emmanuel Ojeda, Israel Poblete; Darío Osorio, Jeisson Vargas, Lucas Assadi y Ronnie Fernández.