BOXEO

Un padre decepcionado: el pésimo historial que arrastra uno de los hijos de Julio César Chávez

El Emperador no tiene suerte con sus herederos.
domingo, 19 de junio de 2022 · 18:46

Para Julio César Chávez no ha sido muy complicado, debido a su talento y perseverancia, ser uno de los grandes campeones de la historia del boxeo a escala mundial. Pero parece que no tuvo la suerte de transmitir en sus genes esa manera de lograr tantos triunfos sobre el ring y eso queda claro con el desempeño de sus hijos.

El Emperador, con sus problemas personales, siempre se ha hecho lugar para apoyar la carrera de sus herederos como profesionales del pugilismo, pero no ha visto más que decepciones en el último tiempo. Incluso, la decepción de Julio César Chávez después de la última pelea de uno de sus sucesores se ha visto en su rostro.

Los hijos del Emperador siempre han cuestionado su afición por Canelo.

Omar Chávez ha tenido un buen comienzo, pero en las batallas importantes no ha podido estar a la altura de las circunstancias y esto ha quedado demostrado con su pésima racha. Después de caer Rafael Ortíz por decisión unánime, sumó su tercera derrota como profesional.

Pese al apoyo de Julio César Chávez en su esquina, donde se lo vio muy frenético a la hora de dar indicaciones hacia su heredero, fue otra caída que confirma que lejos está de parecerse a su padre. Anteriormente, también perdió ante Ramón Álvarez y Oziel Santoyo, ambos por decisión de los jueces, ya que todos vieron a sus rivales como vencedores.

La sangre puede más. Pese a todas las disputas con sus hijos, Chávez padre siempre se hace lugar para acompañarlos en sus peleas.

El Emperador ya no tiene forma de ayudar la carrera de sus hijos, a tal punto que en el pasado ya ha pedido públicamente a Omar y Junior que no se presenten más sobre el cuadrilátero. Pero el deporte es más fuerte que sus deseos y pese a estas decepciones constantes, él de todas formas está allí, con un apoyo incondicional, pese a los malos resultados.

Un mal perdedor

El ojo derecho del hijo de Julio César Chávez terminó casi cerrado, lo que marcó la gran superioridad de Ortíz a lo largo y ancho del combate que se dio en Culiacán, Sinaloa. Pero lo que más sorprendió a todo el mundo fue la repudiable y poco honorable acción de Omar al conocer la derrota.

Después de que se anunció al ganador de la pelea, decisión para nada cuestionable, el hijo del Emperador se marchó a los vestuarios sin siquiera saludar o felicitar a su oponente tras el triunfo. Una actitud que claramente lo puso en el ojo de la tormenta de la prensa y los fanáticos.

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