Desafiante: el mensaje de Julio César Chávez a Canelo Álvarez

La imagen de Julio César Chávez a nivel mundial es tan grande que su idolatría en México resulta ser imposible de soslayar. Durante su época activa dentro del boxeo, alcanzó el nivel de máximo referente deportivo del país, status que a día de hoy ostenta ya retirado. Continúa siendo uno de los más importantes representantes de su bandera de todos los tiempos.

Tanto es afecto que cosechó La Leyenda que cuando colgó los guantes muchos se preguntaban quién sería capaz de seguir su legado para que su país no pierda ese lugar de privilegio. Algunos años debieron pasar hasta la incursión en la elite de Canelo Álvarez quien hoy ocupa ese rol que dejó vacante su compatriota, aunque con algunas salvedades del caso. Es el propio Julio César Chávez quien en una entrevista para ESPN acude a la constante comparación y marca las diferencias entre ambos púgiles.

Según su visión, un deportista no solo se rige por lo que hace en competencia, sino que además debe ocuparse cuestiones que pasan fuera de ella. Allí está la principal distancia: “las comparaciones a veces son buenas para el peleador activo, es lógico que el Canelo que por más dinero que él tenga, pues él quiere el cariño de la gente”, manifestó. De esta manera, da a entender que por más que sea una estrella, no logró entrar en el corazón popular. Asimismo, dice: “quiere el reconocimiento como peleador y se lo merece porque él lo está buscando.

En otro momento de la charla, El Gran Campeón aclara que para él las comparaciones son normales en este tipo de casos, cuando hay dos atletas que coinciden en aspectos inevitablemente serán sujetos ellos, pasó, pasa y seguirá pasando. “siempre va a haber. Así el día que yo ya no esté en esta vida, va a llegar otro peleador que va a suplir al Canelo y van a tratar de compararlo con el Canelo”, opinó no antes de reafirmar su gran relación con el tapatío a quien considera un amigo.

Su propia experiencia

Cuando se habla de comparaciones no parece haber nadie más indicado que Julio César Chávez para hacerlo. Durante los primeros años de su carrera, la expectativa general estaba en si sería capaz de emular lo conseguido hasta entonces por el anterior emblema mexicano que brilló en las décadas de los 60 y 70: Rubén El Púas Olivares.  

“Es como yo, en su momento cuando yo no era, lo que ustedes dicen un ‘ídolo’, antes estaba Rubén Olivares y decían que esto y el otro, y después llegué yo y lo superé y así va a ser”, aseguró el nacido en Sonora. Habiendo cumplido ya 60 años, lleva con orgullo el mote que le otorgan muchos como el gran orgullo del boxeo azteca.