Sin inconvenientes: Rafael Nadal barrió a Sonego y sueña con su tercer Wimbledon

Rafael Nadal pareciera ser una máquina que no sufre dolores, por más que las lesiones hayan sido un condimento especial en su vida y siempre lo perjudicaron a lo largo de su carrera. Y hoy con 36 años y varios tratamientos en su planta del pie que lo tiene a mal traer logra barrer por completo a Lorenzo Sonego de Wimbledon para avanzar a la segunda semana del torneo.  

La ilusión de llegar a una nueva final del tercer Gand Slam del año luego de 11 años está intacta. Para ello, el manacorí venció a su par italiano en sets corridos por 6-1, 6-2 y 6-4 en una auténtica demostración del buen tenis y todo lo que hay que hacer dentro de un court si lo que uno quiere es ser contundente. Más allá, que las revoluciones están a mil los encontronazos entre protagonistas y el umpire pueden aparecer.

A pesar de la amplia diferencia en el marcador en los primeros dos parciales, se vivió un momento de tensión en el 4-4 del tercer set cuando Rafael Nadal se quejó varias veces que su rival gritaba de manera desmedida, una vez golpeada la pelota. Los sonidos que emitía Sonego se intensificaban por tener el techo cerrado una vez que cayó la noche londinense. El juez de silla francés tuvo que poner paños fríos al asunto para que el encuentro terminase lo más calmo posible.

Los últimos dos games fueron para el segundo favorito del torneo que mejoró notablemente a lo hecho en las rondas anteriores, cometió sólo 17 errores no forzados cuando promediaba una estadística por encima de los 30 puntos concedidos a su rival. De esta manera, Rafael Nadal enfrentará al neerlandés, Botic van de Zandschulp que viene de dejar en el camino al Richard Gasquet por 7-5, 2-6, 7-6(7) y 6-1.

Nadal arrepentido de lo sucedido

Pocas veces hemos visto a ‘Rafa’ tan enfurecido con su rival por gritos desmedidos que considera que pueden afectar su concentración. Uno creía que ese problema quedaba dentro de las canchas, pero llamó la atención que cuando ambos tenistas se acercaron a la red para saludarse por el encuentro, Nadal seguía enojado hasta el punto que quería continuar la discusión dentro de los vestuarios.

Finalmente, durante la conferencia de prensa se mostró arrepentido por lo sucedido y el mal momento que se pasó. “Me he equivocado. No debería haberle llamado en la red. Pido disculpas. Es mi error y no tengo problemas en reconocerlo”, sentenció el máximo ganador de Grand Slam.