"Gran inspiración": el argentino que sirvió como modelo para Sammis Reyes

Pocos vuelcos en la vida de un deportista son tan claros como los que dio Sammis Reyes. Como buena parte de los chicos, soñaba a edad pequeña poder dar que hablar en la disciplina que lo apasionaba. En su cabeza estaba dar todo de sí para poder ser reconocido como un gran referente del básquet.

Si bien el aro no es desconocido en su país, el nacido en Talcahuano supo desde el principio que su meta sería complicada. A día de hoy, el representativo nacional está lejos de ser una potencia y su esfuerzo tenía que ser el doble. Con ese objetivo aprovechó una beca para continuar su camino en la nación reina en la materia, como es Estados Unidos. Si bien el foco seguía firme, una situación lo haría cambiar drásticamente y aceptar la oferta para ser jugador de fútbol americano. Así fue como el sueño de Sammis Reyes inspirado por Emanuel Ginóbili quedó atrás.

"Para mí él es un ídolo. Desde muy chico, saber que él estaba del otro lado de la Cordillera era una gran inspiración", comentó hace meses atrás en una entrevista con Clarín. El hoy jugador de la franquicia de la NFL Chicago Bears no ocultó su admiración por el bahiense y por el básquet argentino en general. "Para nosotros, mirar a la Argentina era decir: 'Están haciendo algo bien allá, hay que imitar lo que están haciendo'", agregó.

El atleta de 27 años fue fichado por Washington Commanders en primera instancia, donde jugó sus primeros partidos en la liga más competitiva del mundo. A finales del año pasado cambió de equipo sabiendo que su nuevo camino era lejos de las canastas. Su intención de ser el primero de su país en llegar a la NBA se terminó cuando quedó eliminado del Mundial 2019 y se sintió seducido por esta nueva oportunidad.

Un cambio rotundo

No solo el sueño se vio obligado a modificar Sammis Reyes cuando se volcó decididamente por el fútbol americano, también su mentalidad y su físico. Si bien ya contaba con una fisonomía interesante, había que moldearla con una dieta acorde al desgaste que genera el deporte.

"Me tomé 365 días para cambiar mi cuerpo y aprender el deporte, los roles de cada jugador en la cancha. Tuve que ganar alrededor de 15 kilos, pasé de pesar 105 a 120 kilos", comentó el trasandino. A eso, agregó: "Tengo que comer alrededor de 6 mil calorías diarias para mantener este peso. Es un trabajo duro".